El sándalo es un árbol de origen asiático que en la medicina tradicional ha sido muy bien valorado gracias a las múltiples propiedades que contiene y que son muy beneficiosas para la salud del cuerpo humano. Especialmente, se ha utilizado el aceite esencial de sándalo, el cual es calmante, refrescante, relajante y excelente para tratar algunas afecciones de la piel. Y para aprovechar todos los beneficios, qué mejor forma que hacer jabón de sándalo y poder usarlo a diario. Toma nota de los pasos de este artículo de unComo y elabora tu propio jabón casero.
Necesitarás:Antes de empezar con la elaboración del jabón, debes saber que el sándalo es muy apreciado en aromaterapia gracias a los efectos terapéuticos que ofrece su aceite esencial y a sus beneficios para la piel. Entre las propiedades del sándalo más destacadas encontramos:
- Mantiene la piel protegida frente a posibles infecciones gracias a sus propiedades antibacterianas.
- Proporciona un efecto relajante que beneficia el bienestar físico y mental.
- Favorece la mejora de la piel seca, irritada o inflamada.
- Es excelente para el tratamiento del acné y limpiar la piel, dejándola completamente libre de impurezas.
Por todo ello, el jabón de sándalo es un producto cosmético que puedes incorporar gustosamente a tu rutina de higiene personal, verás cómo tu piel mejora al instante y luce impecable y perfecta.
2El primer paso para hacer el jabón de sándalo es mezclar el agua destilada con la sosa cáustica. Para ello, primero vierte el agua en un recipiente bastante grande y hondo y ve añadiendo poco a poco la sosa. Deberás remover ambos ingredientes con una cuchara o unas varillas manuales, y es muy importante que este paso lo lleves en un espacio ventilado y que te protejas con guantes de látex y mascarilla, pues la sosa es un producto altamente agresivo que en contacto con la piel puede llegar a causar quemaduras.
3Una vez que la mezcla anterior esté fría, será el momento de agregar el aceite de oliva virgen extra y volver a remover para que todos los ingredientes se integren por completo. Otra opción para hacerlo de forma más rápida, es usar una batidora a velocidad lenta durante unos 10 minutos aproximadamente.
4A continuación, es el turno de mezclar los otros dos aceites, el de sándalo y el de almendras. Realiza la mezcla en un recipiente aparte vertiendo primero el aceite de sándalo y añadiendo después la cucharadita de aceite de almendras. Este último, además de darle un aroma especial al jabón, le aportará un efecto hidratante muy potente y perfecto para nutrir la piel en profundidad.
Si quieres elaborar tú misma el aceite de almendras, puedes hacerlo siguiendo los pasos del artículo Cómo hacer aceite de almendras.
5Cuando los dos aceites estén completamente integrados, viértelos a la mezcla anterior de sosa, agua y aceite de oliva, y vuelve a remover para obtener una masa lisa y homogénea. Luego, solo tendrás que repartir la mezcla obtenida en los diferentes moldes o en el molde que hayas preparado para dejar reposar el jabón de sándalo. Es fundamental que sitúes el molde en un lugar con ventilación y libre de humedades para que endurezca correctamente durante al menos unos 15 días.
6¡Así de fácil! Pasadas esas dos semanas, tu jabón de sándalo ya estará listo para ser utilizado. Solo tendrás que cortarlo en las porciones que quieras y con el tamaño deseado.
¿Te ha gustado esta receta de jabón casero? Entonces no puedes perderte los siguientes artículos:
- Cómo hacer jabón de aloe vera
- Cómo hacer jabón de lavanda
- Cómo hacer jabón de chocolate
- Cómo hacer jabón de romero