Cómo elegir el calzado para caminar

Parte de nuestra salud física se refleja en nuestros pies. Muchas de las enfermedades relacionadas con dolores óseos o musculares provienen de un mal trato o de un descuido hacia nuestros pies. Por lo general, no somos conscientes o no echamos cuenta de la importancia que tiene cuidarlos y mimarlos como una parte más de nuestro cuerpo que es sumamente importante. Por ello, es necesario prestar atención al tipo de calzado que usemos ya que pueden ser el origen de dicho malestar. Es necesario usar un calzado cómodo ajustado a la actividad diaria de cada persona y que permita que nuestros pies gocen de salud. Por eso en unComo.com te explicamos cómo elegir el calzado para caminar.

En primer lugar has de tener en cuenta cuanto vas a caminar al día, ya que si no haces recorridos largos, no necesitarás ningún calzado especial para caminatas extensas. En el que caso que así sea, has de mirar calzado especial y específico para caminar recorridos largos. Para ello debes consultar con un profesional que te asesore sobre las mejores marcas.

Ten muy en cuenta que los zapatos muy planos suelen ser poco beneficiosos para la espalda. Se recomienda siempre usar zapatos que aunque sean planos, tengan un poco de tacón o una buena suela.

Cada persona es diferente por eso busca tu modelo cómodo, aquel que te haga sentir realmente bien aunque la estética no se ajuste a lo que te gusta. A veces que debemos elegir la salud y la comodidad.

En verano intenta buscar un calzado que permita respirar a tus pies ya que con las altas temperaturas un calzado cerrado o duro les hará mal, te ocasionará molestias y en muchos casos mal olor.

Si realizasejercicio físico, búscate un lugar especializado en el que te recomienden el calzado idóneo para el tipo de deporte que vas a realizar. Es muy importante que en este caso tengas el pie firme y preparado para los movimientos y esfuerzos, y así evitarás lastimarte y hacerte daño.

Evita usar tacón muy alto. No es nada recomendable ni saludable y además si debes caminar mucho te hará mal, favoreciendo la mala circulación de la sangre y perjudicándote.