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6 hábitos que dañan el cabello

¿Estás segura de que cuidas bien tu cabello a diario? En muchas ocasiones, acciones o costumbres que aparentemente no tienen mucha importancia son las responsables de que nuestro pelo no luzca todo lo bien que podría hacerlo, pues pueden provocar problemas como sequedad, falta de brillo, pérdida de volumen y elasticidad, fragilidad, entre muchas otras cosas. Revisa tu rutina de cuidados capilares y descubre con la ayuda de este artículo de unComo si le estás brindando a tu melena la atención que merece para estar siempre saludable y espectacular. En las siguientes líneas te mostramos 6 hábitos que dañan el cabello más de lo que imaginas y que conviene que los corrijas a partir de ahora.

Usar secadores, planchas y tenacillas todos los días

Este es uno de los hábitos que más dañan el cabello y también uno de los que más mujeres llevan a cabo a diario. Si eres de las que todos los días usa el secador, la plancha o la tenacilla para peinarte, debes saber que esto es altamente perjudicial para la salud de tu pelo.

La razón es que las altas temperaturas a las que se ven sometidas las fibras capilares, las debilitan enormemente y provocan que poco a poco vayan perdiendo su humedad natural, lo que a la larga se reflejará en un cabello frágil, reseco, áspero y muy poco elástico. Además, el uso constante de estos aparatos de calor también afectará al buen crecimiento de tu cabello y te será mucho más difícil lucir una melena larga y bonita.

Solución: si es posible, deja que tu cabello se seque al aire y evita el uso de la plancha o la tenacilla, o por lo menos intenta no usar este tipo de aparatos más de dos veces a la semana. Cuando vayas a utilizarlos, aplica previamente un protector térmico por todo el cabello y regula la temperatura para que esta no sea muy elevada.

Enjuagar el cabello con agua caliente

A pesar de que a muchas nos encanta tomar una ducha o un baño con agua muy caliente y relajarnos durante un buen rato, esta no es una buena aliada para la salud y belleza de nuestra melena.

Cuando el agua muy caliente impacta en el cabello, las hebras tienden a deshidratarse y los aceites naturales que lo protegen y lo mantienen sano empiezan a desaparecer progresivamente. Estas dos cosas hacen que el cabello esté más reseco y se caiga en mayor cantidad, por lo que es un hábito que también deberías evitar a toda costa durante el lavado.

Solución: lava tu cabello con agua tibia y procura que el último aclarado sea con agua fría, pues esta es ideal para cerrar las cutículas y aportarle un extra de brillo y suavidad a la melena.

Abusar de los tintes o las decoloraciones

Teñir el cabello puede estar bien para darle un nuevo aspecto a nuestra imagen y cambiar de look de vez en cuando, no obstante cuando se abusa de esta tarea estética es importante ser consciente de que puede resultar muy dañina para el pelo. Entre otras cosas, lo reseca, lo debilita y le resta resistencia y fortaleza, motivo por el cual el cabello puede caerse en mayor medida y crecer de forma mucha más lenta.

Por otro lado, se encuentran las decoloraciones que son mucho más agresivas que los tintes, pues se trata de un proceso químico que puede llegar a maltratar y dañar el cabello en profundidad si es realizado con frecuencia o por unas manos inexpertas.

Solución: prefiere tintes de cabello naturales sin demasiados componentes químicos como amoníaco, alcohol o parabenos y aplica un protector sobre la melena antes de teñirla. No sometas tu cabello a más de 4 coloraciones al año y procura que siempre te las hagas un estilista profesional. En el siguiente artículo, puedes ver buenos consejos sobre cómo cuidar el pelo teñido.

Cepillar el cabello mojado

¿Sabías que el cabello es mucho más frágil y débil cuando está mojado que seco? Así es y otro de los hábitos que dañan el cabello, aunque desconocido por muchas mujeres, tiene que ver con esto.

Aparte de que no es favorable frotarlo ni retorcerlo bruscamente con una toalla justo después de lavarlo, tampoco se debe cepillar el pelo mojado o húmedo; puedes desenredarlo pero no cepillarlo. Si utilizas el cepillo al salir de la ducha, tan solo conseguirás levantar la cutícula que protege el cabello, resecarlo y debilitarlo.

Solución: desenreda el cabello con suavidad y, en lugar de un cepillo, utiliza un peine de púas anchas, haz el cambio y notarás la gran la diferencia en muy poco tiempo.

Llevar peinados muy estirados

Las chicas que usualmente o a diario se hacen peinados muy estirados o apretados, como una cola de caballo, una trenza o un moño con la parte delantera repeinada, deben tener mucho cuidado con este hábito. Y es que este tipo de peinados crean una excesiva tensión en los folículos pilosos, ocasionando daños, debilidad e incluso roturas. Además, si llevar el pelo muy repeinado también darás paso a los dolores de cabeza.

Solución: evita sujetar tu cabello con fuerza o dormir con coletas, moños y trenzas. Lleva el pelo suelto o amarrado en coletas o moños más sueltos y desenfadados, que además ahora está muy de moda el look despeinado o el estilo messy hair.

No cortarse las puntas

Cuando el cabello no crece saludable y tarda mucho en hacerlo, es muy probable que esté pidiendo a gritos un buen corte. Si estás deseando lucir una larga melena pero tus puntas están abiertas y quebradizas, no te servirá de mucho evitar el momento de cortarlas, pues no podrá seguir creciendo de manera sana y bonita y se mantendrá con la longitud actual. No le temas a las tijeras y somete tu melena a ellas cuando sea necesario si quieres acabar con todas las partes dañadas del pelo y conseguir que luzca radiante y fuerte.

Solución: córtate las puntas una vez cada 3 meses como mínimo y adelanta el corte si te tiñes tu cabello con frecuencia o está en contacto directo con el coloro de las piscinas o los rayos solares.