El aceite de argán, conocido como el oro líquido de Marruecos, es un producto que proporciona una hidratación sublime a la piel gracias a su elevado contenido en ácidos grasos esenciales. Es ideal también para recuperar la tonicidad y elasticidad natural de la piel, así como para protegerla ante los efectos del envejecimiento prematuro. No hay duda que incorporar este ingrediente natural a nuestra rutina de belleza es un verdadero lujo, y una forma ecónomica y sencilla de hacerlo es elaborando jabón de aceite de argán casero. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo este artículo de unComo para descubrirlo.
Necesitarás:Para hacer este jabón casero, además del aceite de argán, necesitaremos reunir aceite de oliva virgen extra, sosa cáustica y salvado de avena. Una vez tengas todos los ingredientes, ya puedes empezar a elaborar el jabón de aceite de argán. Recuerda que puedes comprar aceite de argán en Anastore, asegurándote una gran calidad y un excelente servicio.
2El primer paso es añadir el agua en un recipiente e ir agregando poco a poco y con mucho cuidado la sosa cáustica. Con la ayuda de una cuchara de madera o unas varillas manuales remueve la mezcla. Toma en cuenta que la sosa cáustica es un producto muy agresivo por lo que es recomendable hacer este paso en un lugar ventilado y protegido con mascarilla y guantes de látex.
3Cuando la mezcla anterior esté fría, es el turno de añadir el aceite de oliva virgen extra en el recipiente. Hazlo poco a poco con cuidado de no salpicar. Remueve todos los ingredientes para que se integren bien. Para ello puedes usar una batidora a velocidad lenta durante unos 10 minutos aproximadamente. Luego, aumenta la velocidad y sigue batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
4El siguiente paso es mezclar el aceite de argán y dos cucharadas de salvado de avena, bátelo hasta que queden bien integrados y añade la solución resultante en el recipiente. Remueve de nuevo para obtener una mezcla homogénea y uniforme.
5Para finalizar esta receta de jabón de aceite de argán, solo tienes que verter la mezcla en un molde que sea bastante amplio y de poca altura. Deja el molde reposar en un lugar con ventilación y oscuro pero libre de humedades. Debes esperar al menos 15 días para que se endurezca poder empezar a usarlo. Cuando haya transcurrido ese tiempo, comprueba que el jabón está duro y, si es así, ya puedes cortar los trozos del tamaño que prefieras.