¡Aprende a hacer tu propio jabón de vainilla artesano! Cada vez son más las personas que apuestan por una cosmética casera elaborada con productos naturales que cuiden y protejan nuestra piel sin necesidad de usar productos químicos. Uno de los aromas más preciados dentro de la cosmética femenina es la vainilla pues aporta una esencia dulce y envolvente que es perfecta para cualquier época del año, por este motivo, en este artículo de unComo vamos a descubrirte cómo hacer jabón de vainilla casero de un modo fácil, rápido y, sobre todo, ¡con un aroma impecable! Descubre aquí el paso a paso para hacer este jabón casero, ¡te encantará!
Necesitarás:Antes de ponernos manos a la obra y comenzar a hacer nuestro jabón de vainilla vamos a hablar un poco de los ingredientes que hemos listado para entender por qué los estamos usando y las propiedades que aportará a nuestra piel. Uno de los productos básicos de nuestro jabón es la leche que debe estar previamente congelada, ¿por qué? El motivo es simple: para evitar que se queme cuando la mezclemos con la sosa.
Además de la vainilla, que es la base de nuestro jabón, en los ingredientes encontramos otros productos cosméticos como, por ejemplo, el aceite de almendras y el de sésamo. Los usamos por las siguientes razones:
- Aceite de almendras: consigue prevenir la aparición de las estrías al hidratar profundamente la dermis; además, retrasa el envejecimiento cutáneo y reduce las arrugas gracias a la profunda hidratación y reparación cutánea. Además también reduce las irritaciones y suaviza la piel, por lo que conseguirás un cuerpo mucho más suave y sedoso. En unComo te descubrimos todos los beneficios del aceite de almendras.
- Aceite de sésamo: se trata de un reafirmante que nos aporta interesantes nutrientes como, por ejemplo, Omega 6, zinc y vitamina E, una de las mejores para cuidar y proteger nuestra piel. Con este tipo de aceite conseguiremos reparar la piel y reducir la flacidez. En unComo te descubrimos las propiedades del aceite de sésamo.
Comenzamos ya la explicación sobre cómo hacer jabón de vainilla. El primer paso es con el que deberemos ir de forma cuidadosa para evitar que podamos quemarnos y dañarnos. Lo que tenemos que hacer es calentar la sosa y, cuando esté lista, añadiremos la leche congelada poco a poco, para que no salpique y nos quememos, y mezclaremos ambos productos con una cuchara de palo.
Cuando la sosa esté bien disuelta, deberemos reservar esta mezcla.
3Ahora iremos a los aceites esenciales y los mezclaremos en un recipiente; lo más recomendado es que calentemos ligeramente estos aceites antes de mezclarlos para que, así, estén tibios y sus propiedades se fundan perfectamente. Deberemos mezclar correctamente para que todos los aceites se fundan y, después, los meteremos en un vaso de batidora juntamente con la sosa cáustica y la leche que hemos preparado en el primer paso.
Lo que tenemos que hacer a continuación es batir la mezcla. La duración de este paso dependerá de varios factores, por eso, el mejor indicador que puedes obtener es aquel que se fija en la consistencia del jabón de vainilla: cuando veas que la textura es cremosa, parecida al de una natillas, es que ya está listo.
Cuando lo tengas, deberás incorporar la vainilla en polvo, añadir un chorrito de aceite esencial de vainilla y de almendras para potenciar el buen olor de nuestro jabón artesanal. Si quieres hacer tu propio aceite, te recomendamos leer nuestro artículo de unComo sobre cómo hacer aceite esencial de vainilla.
4En cuanto ya tenemos todos los ingredientes mezclados y con la textura que buscábamos, entonces llega el momento de verterlo en un molde de jabón (puedes comprarlo en cualquier tienda especializada o en supermercados). Una vez volcado, bastará con que lo cubras bien con papel film y trapos y lo apartes en un lugar fresco y seco durante 48 horas.
Transcurrido este tiempo puedes comprobar si el jabón de vainilla está sólido o si aún le falta un poco más de tiempo. Si ya está listo, es el momento de quitar el molde y cortarlo en la forma que tú prefieras.
5Una vez quitado el molde, todavía no está listo para usarse. Deberás guardarlo en un lugar fresco y seco durante un mes o mes y medio antes de poder usarlo. Pasado este tiempo ¡ya podrás hacer uso de tu jabón de vainilla casero!
6En el primer punto te hemos descubierto las propiedades de los aceites esenciales que incluíamos en la mezcla pero, a continuación, vamos a descubrirte los beneficios que la vainilla aporta a nuestra piel para que comprendas por qué se convierte en una aliada perfecta para el cuidado de nuestra dermis:
- Rica en antioxidantes: la vainilla nos aporta una gran cantidad de antioxidantes, es decir, componentes que reducen la agresión de los radicales libres, los principales causantes del envejecimiento prematuro de nuestro cuerpo. Además, también ayudan a prevenir enfermedades e infecciones cutáneas.
- Calma la irritación: la vainilla cuenta con propiedades sedantes que consiguen aliviar cualquier dolor o irritación cutánea, además de reducir las rojeces producidas por afecciones como la psoriasis o los eccemas.
- Afrodisíaca: otros de los beneficios relacionados con el aroma de la vainilla destacamos que actúa como un afrodisíaco ya que, su olor, estimula la producción de hormonas como los estrógenos o la testosterona.
- Relajante: dentro de los beneficios relacionados con el aromaterapia, la vainilla actúa como un tranquilizante natural que nos ayudará a conciliar el sueño al calmar la ansiedad y relajar nuestros nervios.