El olor corporal en cada persona es diferente y variará dependiendo de sus hábitos de higiene, su alimentación y sus hormonas. Sin embargo hay algo que queda muy claro: a todos, a partir de la pubertad, en mayor o menor medida nos huelen las axilas, razón por la que nos protegemos usando desodorantes y antitranspirantes. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué huelen las axilas? Este aroma es parte de un complejo e interesante proceso corporal, que te explicamos con detalle en unComo.com.
Los dos tipos de glándulas sudoríparas
En nuestro cuerpo contamos con dos tipos de glándulas sudoríparas, que serán en parte responsables del aroma de nuestro sudor.
- Glándulas sudoríparas ecrinas: estas secretan principalmente agua, por lo que no suelen producir olor y si lo hacen es un aroma muy leve. Se encuentran en zonas como el pecho, el rostro y las manos.
- Glándulas sudoríparas apocrinas: el sudor secretado por estas es más espeso. Contiene agua pero también feromonas, grasas y deshechos de nuestro metabolismo como los aminoácidos. Debido a todo esto el sudor que expiden cuenta con más olor, sin embargo no es propiamente mal olor sino un aroma particular propio en cada persona. Estas glándulas se encuentran en zonas como las axilas, el área genital o los pies.
Por qué el olor comienza a partir de la pubertad
¿Te has dado cuenta que los niños pequeños no huelen como los adultos? Esto es porque durante la infancia no secretamos feromonas, sin embargo cuando se inicia la pubertad comenzamos a hacerlo dando lugar al olor corporal de cada persona que, insistimos, no se trata propiamente de mal olor sino de nuestra "fragancia personal"
Entonces ¿por qué huelen las axilas?
Sabemos que las axilas huelen y que si no tomamos las medidas necesarias este olor no es precisamente agradable, pero a diferencia de lo que muchos piensan el olor de las axilas no se desprende propiamente de la sudoración sino de las bacterias presentes en la zona.
El sudor apocrino tiene un olor propio que no es malo en sí mismo, pero cuando toca nuestra piel, y debido a sus componentes, se convierte en alimento para las bacterias que viven en nuestra dermis. Las bacterias se alimentan de él y producen sus propios desechos, que secretan sustancias como alcohol o amoniaco, lo que da origen a una aroma desagradable. Por esta razón el mal olor de las axilas aumenta con el paso de las horas, mientras más sudamos más nutrientes reciben las bacterias y más desechos expiden.
Las axilas, así como la zona genital o los pies, debido a que son húmedas, cálidas y no están en contacto directo con el sol, son el lugar propicio para que las bacterias se concentren y se produzca todo el proceso descrito anteriormente.
Factores que aumentan el olor en las axilas
Este es un proceso corporal que ninguno de nosotros puede impedir y que, por el contrario, solemos combatir con productos como el desodorante. Sin embargo hay otros factores que aumentan el olor en las axilas haciendo que se concentre aún más, entre ellos destacan:
- Tener mayor cantidad de glándulas sudoríparas apocrinas, lo que incrementará la sudoración.
- Una mayor flora bacteriana, lo que aumenta la cantidad de desechos y con ello el mal olor.
- Un higiene pobre, que favorece el aumento de las bacterias haciendo que el mal olor sea más intenso.
- Sudoración excesiva o hiperhidrosis.
- Ingerir alimentos que aumenten el olor del sudor producido por las glándulas apocrinas, por ejemplo condimentos como el ajo o la cebolla, o exceso de especias.
Ahora que ya sabes por qué huelen las axilas puedes combatir de forma más eficiente el mal olor y estar mucho más fresco todo el día.